A los que creen saber lo que no saben les llevo una ventaja: no ignoro mi ignorancia (Ca 167,1.2)
martes, 16 de marzo de 2010
Se Auténtico. Se Feliz….
Un joven italiano de quince años, a quien le dijeron que escribiera en forma de poema como veía su vida; escribió muchos, pero eligieron este para publicarlo:
“Yo quería leche y me dieron un biberón quería unos padres y me han dado un juguete, yo quería hablar y me han dado un televisor, yo quería aprender y he recibido apuntes, quería pensar y me han dado un título, quería una visión y he recibido ideas, yo quería ser libre y me han dado disciplina, quería amor y he recibido moral, quería una profesión y he recibido un puesto de trabajo, quería felicidad y me han dado dinero, quería libertad y me han dado un automóvil, quería una orientación y me han dado una carrera, quería esperanza y me han dado miedo, quería cambiar y me han impuesto modas, quería vivir…”
El poema anterior nos muestra la realidad del joven de hoy; es un joven que anhela tener el mayor tesoro del mundo (la felicidad) y a cambio recibe un biberón, un juguete, un título, un automóvil…la imposición de modas. A este joven termina ofreciéndosele la muerte, cuando lo que desea es vivir en plenitud…Vivir felizmente. El joven italiano se atreve a reclamar en medio de una sociedad simplista, basa en la levedad, en el “hakuna matata”…este joven sabe que la felicidad no está en la cantidad de billete que tengamos, o en los títulos obtenidos, tampoco está en poseer bienes materiales…este joven se atreve a ser auténtico…es necesario trabajar en el valor de la autenticidad, entendiendo autenticidad como la coherencia entre pensar-sentir y actuar, el hombre que consigue esa integración armónica se siente en paz consigo mismo y se ve capacitado para desarrollarse totalmente como persona. Para ser auténticos nuestra vida debe asentarse en principios sólidos, bien pensados y bien sentidos. Para ser auténticos es necesario:
1. Saber lo que se siente.
2. Estar dispuestos a manifestarlo.
3. Manifestarlo con prudencia y Amor.
Esa coherencia básica confiere a la persona su condición de auténtica, le aleja de toda falsedad, incoherencia y doblez…le impulsa a vivir en plenitud en medio de una sociedad que propone vivir de apariencias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
muy bien Hernandez
ResponderEliminarHola David
ResponderEliminarMuy sabio el mensaje. Todos estamos en busca de la felicidad y en ocaciones creemos que está en las cosas materiales, pero la realidad es que la Felicidad Verdadera sólo la da Dios.