Para buscar bien hay que buscar mejor...

Buscar felicidad, buscar placer, buscar estabilidad económica, buscar la realización afectiva, buscar....buscar y buscar...creo que es el verbo que más conjugamos, sin llegar a conseguir los que "buscamos"...lo que buscamos esta dentro, "más interior que nosotros mismos", reflexionemos pues sobre el camino que debemos recorrer hacia el interior, hacia la intimidad.

Miremos tres elementos que nos específican este camino:

1. Apertura: Caminar hacia el interior exige de nuestra parte estar abiertos a la acción de Alguien que es verdaderamente Real, rechanzando todo tipo de positivismo.

2. Decisión: Aquí esta la clave para avanzar, caminar hacia el interior es opción personal, opción que por lo general pide un cambio de senda, una ruptura de paradigmas.

3. Perseverancia: Este camino es empinado, pero contamos con la compañía de Aquel que es y conoce el Camino.

Tres cosas para tener en cuenta si queremos buscar bien, ah! pero ten en cuenta que lo espiritual no quita lo material...desde esta experiencia hallarás lo que tanto has perseguido.

En el principio existía el amor...

No son pocas las ocasiones en que intentamos crear el amor, por uno y otro medio pretendemos diseñar ese "algo" que de plenitud a nuestra vida, cuando no encontramos la clave con que diseñar ese "algo" caemos en deseperación, nuestra existencia que antes se tornaba pacífica, al llegarnos esta inquietud, empieza a mostrarse angustiosa y angustiante. Ante esto te invito a mirar la fuente del amor. Quiero que veas al Buen Dios como fuente de amor verdadero. Si descubres esta maravillosa realidad, te encontrarás con que no tiene sentido inventar la rueda, ya está inventada, lo que debes hacer es ponerla a rodar. Si! es momento de poner a rodar tu vida alrededor de Dios. Es precisamente Él nuestro eje. No te conviertas en un ser sin eje. Si por alguna circunstancia has perdido el eje de tu vida, hoy Dios te da lo oportunidad de encontrarlo, no se vale vivir sin eje, no se vale vivir sin Dios. Pidele que te ayude a reconocerlo como eje de tu vida, como rey de tu existencia.